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Es cierto que cada vez se notan menos los cambios estacionales, pero en el fondo lo que a nosotros nos gusta no es el cambio estacional en sí, sino preparar ese cambio. Con la llegada del fresquito llega la idea de pasar más tiempo en casa, de arroparnos con mantas, jerseys y cojines peluditos, mullidos y suaves, del calor de la estufa o de la chimenea…

Una de las mejores maneras de pensar en la llegada del otoño, es llevar sus colores al hogar, mediante hojas bonitas, flores y frutos secos… inundando la casa de tonalidades anaranjadas y marrones.

                Hay quien prefiere añadir una nota de color en la habitación central, el salón, mediante un bonito centro para la chimenea, con cortinas y velas a juego:

O con una bonita lámina en tonalidades similares…

Y los hay que se entusiasman y prácticamente se llevan todo el campo a su casa.

Para gustos, los colores, pero personalmente creemos que el buen gusto y la elegancia residen en los puntos intermedios:

Basta un simple detalle, como los cojines de la imagen anterior, en puntos donde puedan verse y que aporten calidez pero no lleguen a agobiar, al caer en el exceso

Hay detalles muy vistosos que puedes hacer tú mism@ en una sola tarde, o en un par de ellas, y que resultan sumamente originales, dando un aspecto de lo más acogedor a tu hogar:

El entorno y las vistas de tu hogar también influyen mucho pues si eres de las personas afortunadas que viven en una zona rural o cerca de un parque o arboleda, en la ciudad, no tienes más que correr las ventanas para dejar que decoren tu casa. En ese caso, el esfuerzo para decorarla será menor:

Si no es tu caso, siempre podemos recurrir a la decoración para recrear la atmósfera otoñal