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Posiblemente sea el hecho de desear el lado opuesto (en España, llena de sol y blancura por doquier), de la vuelta a la naturaleza y a los orígenes (vivir en plena naturaleza, en contacto permanente con ella), o el aire hogareño y confortable que desprende; el hecho es que son muy pocas las personas que nunca ha deseado, alguna vez, tener una casita de madera.

                Por eso y porque ya estamos deseando que llegue por fin el otoño en todo su esplendor, hemos decidido hoy embriagarnos con la visita de distintas casitas en plena naturaleza, rústicas, vintage y en ese estilo a madera vista que viene en llamarse “estilo nórdico”.

¿No dan ganas de desear ver nevar por la ventana mientras nos abrigamos calentitos con el edredón de plumas y la manta, en el dormitorio de la fotografía?.

El encanto radica en el empleo de la madera, por todas partes, generalmente reciclando viejos elementos para generar marcos de cuadros, muebles de aspecto vintage, ramas secas decorativas o grandes vigas que tan pronto sirven como base de las estructuras, o bien como decoración (pasamanos, en las escaleras, por ejemplo).

¿Qué te parecería –sola o en pareja- pasar unos días totalmente desconectada del mundo, en esta casita?

Hay acogedoras casitas, en la montaña…

… o a la orilla del mar

En general, las casas de estilo nórdico se caracterizan por combinar la madera vista, con muros de piedra o madera encalados, de forma que dan una sensación bastante amplia y luminosa.

También pueden jugar con colores tierra y la piedra vista, ya sea original o bien papel decorativo imitando piedra:

Un toque que queda ideal con el estilo nórdico es el verde natural y rabioso de la vegetación, que en diseño se conoce como “Mint”, menta: