4.3
( Sobre 5 )

Hace nada que ha comenzado el nuevo año chino y además, para más refuerzo de lo oriental nos inunda la saga de Star Wars más fuerte que nunca con su tantra: “que la fuerza te acompañe”.

            Pues bien, como desde aquí deseamos que la fuerza te acompañe pero que no se estanque, hemos consultado a expertos de Feng Shui -un milenario arte oriental para decorar tu casa potenciando tus virtudes y anulando tus defectos- para que mediante unos sencillos trucos, tu hogar canalice la energía tan positivamente que te impulse “hasta el infinito y más allá”.

Grave error. Nunca deben solaparse. Para los orientales la energía es como un río fluyendo y en este caso, se agolpa y derrama por todas partes, sin orden.

Lo ideal sería disponerlas en orden ascendente, separadas levemente unas de otras para que la energía se distribuya sin impedimento y alcance a todos los rincones:

2- Evita aglomeraciones

            ¿No te has preguntado nunca por qué los pediatras hacen especial hincapié en los padres para enseñar a los niños a ser ordenados y recoger sus juguetes?. La razón es que el caos llama al caos. Y si entras en una sala desordenada terminarás contagiándote de esa anarquía. En decoración ocurre algo similar. Si entras en una estancia demasiado barrocamente decorada, aunque no seas consciente de ello, al cabo de un tiempo comenzarás a sentirte embotado e incluso puedes desarrollar dolor de cabeza o de estómago.

Si te fijas en este dormitorio, los colores vivos impiden que uno se relaje, a la vez que hay muchas posibilidades de resbalar con la fina tela del suelo o terminar tirando todos los cojines que “tapan” la cama, a nuestro alrededor, si deseamos echarnos a dormir. Tampoco las cortinas son las más indicadas para propiciar una atmósfera de oscuridad ideal para apaciguar el sueño.

Este dormitorio sin apenas obstáculos, ni objetos amontonados sobre la cama, decorado con tonalidades más apagadas crea un propicio lugar para el descanso y relajo. La ventana posee una densa cortina que aunque blanca, impide que la luz penetre de manera agresiva.

 

3- Cuida con el emplazamiento de las puertas

            El Feng Shui considera que el lugar más indicado para la puerta del dormitorio es en un lateral y alejado de la cama. De otra manera, inconscientemente, nos pasaremos la noche pendiente de quién pueda acceder a la habitación.

De la misma manera, en el despacho de trabajo no es indicado poner la mesa de espaldas a la puerta o lateralmente, pues inconscientemente temeremos que alguien pueda entrar sin darnos cuenta de ello.


En un despacho lo mejor es poner la mesa entre la puerta y nuestro sillón, mirándola.

 

4- Evita opresiones psicológicas

            El descanso es sagrado para el ser humano, tanto que privar de él puede llegar a causar que una persona se acabe dañando a ella misma. Por ello el Feng Shui pone especial cuidado en el emplazamiento de la cama. Por ejemplo, si nos fijamos en el siguiente dormitorio:

Vemos que cumple todos los detalles exigidos anteriormente en el punto 2. Y sin embargo…

Se observa la presencia de cierto altillo que inconscientemente provoca que agachemos la cabeza al acceder a la cama. Desde punto de vista del Feng Shui este dormitorio no estaría equilibrado pues la persona tendría una sensación de pesadez y de temor a que el techo se le venga encima.

 

            Lo mismo puede decirse del siguiente dormitorio:

Todo parece estar pensado para propiciar un apacible sueño. Y sin embargo…

Si la estantería cediera o la persona se levanta aturdida, es muy posible que sufra un accidente de cierta consideración. Aunque comprobemos que todo está bien asegurado, nuestro subconsciente se mantendrá en modo alerta, impidiendo un descanso reparador y completo, pendiente de captar cualquier movimiento procedente de esta estantería.

           ¿Lo mejor? Poner la cama en un lugar espaciado y sin nada que esté reposando sobre ella.